¿Un coche automático, inteligente y plegable?

Los datos que se desprenden del estudio “el coche del mañana” elaborado por AutoScout 24 en el que han participado 9.000 conductores de siete países europeos destaca la atención de los conductores españoles hacia vehículos más autónomos, conectados por remoto a sus talleres y aseguradoras.

El informe desvela que en torno al 80% de los conductores españoles apuestan por un automóvil inteligente que tenga conexión e-call para conectar con emergencias en caso de accidente y que incorpore comunicación directa con las autoridades, los talleres y las aseguradoras. Una suerte de caja negra que permitiría diagnosticar averías vía remota, adaptar la prima del seguro a la forma de conducción e incluso verificar el cumplimiento de la normativa de tráfico.

El reto del aparcamiento, que según Gerardo Cabañas, director general de AutoScout 24, “ha demonizado el uso del coche”, tendría sus días contados si, como creen más de la mitad de los encuestados españoles, existiera una opción de plegado automático. Eso sí, a pesar de los desafíos de movilidad, los usuarios no renuncian a su vehículo y rechazan la alternativa del car-sharing.

Las energías alternativas son una clara apuesta de futuro, “pero no a cualquier precio”. No hay un consenso sobre quién debe sufragar su uso, pero, en opinión de Cabañas, “todo indica que el coche del mañana deberá ser práctico en el día a día.” La tercera parte de los españoles exige una autonomía mínima del vehículo de 500 km y dos de cada tres esperan que su coche sea totalmente silencioso.

Los nostálgicos del motor se resisten a que su vehículo se convierta en “su asistente personal”, pero todo apunta a que el coche inteligente y divertido que sacó de más de un apuro a David Hasselhoff en los años 80 circulará por nuestras carreteras en 25 años.