Se conoce como el fenómeno “fong kong” o “zhing zhong”, consiste en el despertar africano al modelo automovilístico chino. Ante el descenso de ventas en el gigante asiático, la nueva estrategia china consiste en copar el mercado africano con coches low cost. Con nuevas plantas de producción en Nairobi o Sudáfrica, se pretende descender el precio de venta en más de un 25 % gracias a la creación de una industria local.
Pero dos problemas comienzan a aparacer: por un lado al clima africano, los componentes que enfrían a los motores no funcionaban en el tórrido clima africano, y después del viaje por mar y la exposición al agua salada los perfiles de goma de los coches se desprendían; pero sobre todo la mala gestión de los repuestos. Este es el llamado “fong kong”: el baratismo chino.
Los comerciales africanos, aun conscientes de su situación económica, no por eso esperan un trato desigual en su comercio, pero sobre todo, en los países africanos, la gestión de los repuestos ha sido casi siempre, la mejor garantía para el funcionamiento de su maquinaría, por lo que los chinos puede que estén a punto de llevarse una sorpresa desagradable en su comercio exterior.